Yoga en silla: beneficios y ejercicios

¿Para quiénes es aconsejable?

Está pensado el yoga en silla para adultos mayores y principiantes, pues está especialmente indicado para personas con problemas de movilidad, limitaciones de movimiento y equilibrio o para quienes nunca han practicado yoga anteriormente y quieren empezar por ejercicios más fáciles.

El yoga en silla para mayores es muy recomendable durante la tercera edad o si se tiene sobrepeso, pero también pueden practicarlo personas en silla de ruedas, adaptando los ejercicios a las necesidades de cada persona.

Beneficios del yoga en silla para mayores y principiantes

El yoga en silla para adultos mayores puede resultar muy beneficioso para la salud. ¿Cuáles son sus ventajas?

• Ayuda a mejorar la flexibilidad.

• Mejora la movilidad de las articulaciones.

• Contribuye a fortalecer los músculos de las piernas y de los brazos.

• Permite mejorar la respiración.

• Ayuda a mejorar la concentración.

• Invita a la relajación.

• Mejora la circulación sanguínea y regula la presión arterial.

• Fortalece el sistema inmunológico.

• Mejora la calidad del sueño.

Mejores ejercicios de yoga en silla

Para practicar yoga en silla correctamente, es importante que cuentes con el espacio y la silla adecuados. Del mismo modo, tu ropa deportiva debe ser cómoda y dejarte libertad de movimientos para hacer tus ejercicios de yoga en silla con facilidad.

Aquí tienes algunos ejercicios para una rutina completa de yoga en silla para adultos mayores:

Montaña sentada

Siéntate en la silla con la espalda recta y coloca tus pies completamente apoyados en el suelo. Relaja el cuello y lleva los hombros hacia atrás y hacia abajo. Respira profundamente y estira tus brazos hacia arriba, estirando todo tu cuerpo y manteniendo la postura durante varias respiraciones profundas. Luego baja los brazos a los costados y relaja.

Estirar brazos y hombros

En la posición inicial (espalda recta y pies apoyados en el suelo), estira tus brazos hacia adelante a la altura de tu cuerpo. Cruza los dedos y gira las palmas hacia fuera. Luego inhala y estira los brazos hacia adelante a la vez que levantas el mentón. Al exhalar, baja los brazos y relaja los hombros. Puedes repetir el ejercicio varias veces.

Torso giratorio sentado

Desde la posición inicial, coloca la mano derecha en el respaldo de la silla y la mano izquierda, sobre el muslo contrario. Al inhalar, gira el torso hacia la derecha, mirando por encima del hombro. Mantén la posición durante varias respiraciones y luego relaja y cambia de lado para repetir el ejercicio. Esto te ayudará a mejorar la flexibilidad de tu columna vertebral.

Estirar piernas y tobillos

Desde la posición inicial, y con los pies abiertos a la anchura de tus caderas, levanta los dedos de los pies hacia arriba para estirar los músculos de tobillos y pantorrillas. Mantén la posición unos segundos y, después, relaja. Repite el ejercicio varias veces para favorecer la circulación y evitar la rigidez en esas zonas de tu cuerpo.

Estiramiento lateral sentado

Colócate en la postura inicial y pon tu mano derecha en el reposabrazos. Extiende el brazo izquierdo hacia arriba y, al inhalar, estira tu cuerpo hacia el lado derecho. Mantén la posición durante varias respiraciones profundas y relaja. Luego, repite el ejercicio hacia el lado contrario. Esto mejorará la flexibilidad de tus costados y aliviará tensiones en tu espalda.

No olvides la relajación final con varias respiraciones profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Hazlo sin levantarte de la silla y con los ojos cerrados. Cuando hayas terminado, levántate despacio.